Mircea Eliade, las religiones del mundo

El inicio del siglo XXI trae consigo revoluciones tecnológicas, sociopolíticas y religiosas que propiciarán radicalismos que deberán reflexionarse con premura para evitar el surgimiento de extremismos ideológicos profundos a los que somos susceptibles, sin distinción de raza o nacionalidad. Hoy, a pesar del ferviente cristianismo protestante y católico en Estados Unidos, el Islam se anuncia como la probable religión protagonista en ese país en los próximos 15 años. Quizá la fe del enemigo árabe, a la que se le atribuye la caída del World Trade Center en 2001, sea la próxima que reine por encima de la religión basada en la Biblia. Será interesante estudiar el fenómeno que se antoja violento por la fe arabesca que reinará el resto del siglo en la otrora potencia mundial.

Defiendo la idea, por demás necesaria, de que la religión debería enseñarse como materia escolar de historia de la humanidad. Nos evitaríamos confusiones culturales y aprenderíamos a comprender de forma crítica el contexto y punto de partida del pensamiento de cada pueblo del mundo en su totalidad. Por lo general, cuando hablamos del “mundo”, nos reducimos a Occidente olvidando que el globo que habitamos tiene más de un rostro. Si conociéramos el funcionamiento lógico del pensamiento religioso de los pueblos tal vez seríamos más amables con aquellos que intenten persuadirnos para creer en Dios a pesar de nuestras dudas o reservas. Todos, sin excepción, tenemos derecho a nuestra fe y no al vasallaje de una religión sugerida por otros.

El filósofo y novelista rumano Mircea Eliade [1907-1986] fue uno de los grandes conocedores de la relación entre la cultura occidental y oriental. Estudió con detenimiento la historia de las religiones que eran la trama de nuestra identidad a partir de la fe. Con sus libros, divididos en tres tomos y titulados Historia de las creencias y las ideas religiosas (Paidós, 2020), Eliade nos incita a realizar un recorrido a lo largo de la historia de la humanidad para comprender las necesidades espirituales que nos llevaron a la creación de las divinidades, las religiones teístas y politeístas, y su aplicación dentro de la cultura universal. El recorrido de su obra inicia en las cavernas, pasa por el proceso humano de la concepción de la magia ligada a la fe, llega a la India, previo a la aparición de Buda, y revisa la herencia asiática en China; posteriormente, analiza la cultura griega como cuna del pensamiento occidental, la creación del judaísmo místico y llega hasta el surgimiento del Islam y el cristianismo, sin olvidar las religiones con bases esotéricas.

En principio, la exposición de Mircea Eliade no evoca un estudio maniqueo de las religiones, sino que intenta plantearnos, con cierto romanticismo, una lógica histórica de la fe y la necesidad que tenemos como seres humanos de plantearnos la existencia como una pieza más del universo… tarea nada fácil. Rescato de Eliade, con admiración, la profunda exégesis que lleva a cabo para explicar lo “sagrado” como el ingrediente que moldea el pensamiento religioso respecto a la historia de cada pueblo.

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